Hoy día, muchos daños de diversa magnitud en los vehículos pueden ser reparados mediante técnicas de desabollado sin necesidad de pasar por las manos de un pintor de automóviles. Siempre y cuando, la pintura no esté dañada y la chapa no tenga pliegues, arrugas o estiramientos insalvables, ya que si no, la reparación habría de hacerse con los procedimientos clásicos de un taller de chapa y pintura.
Estas técnicas de desabollado sin un posterior proceso de repintado son desempeñadas por varilleros. Se denominan varilleros debido a que usan varillas especiales de acero para el desabollado, ejerciendo presión (efecto palanca) y empuje desde el interior de las planchas de la carrocería con gran precisión para evitar el daño en la chapa o la pintura del vehículo.
Entre otros, los daños que suelen reparar los varilleros son los ocasionados por el granizo, de hecho, se especializan para ello.
Este tipo de reparaciones se han convertido en un negocio próspero para muchas empresas en todo el mundo y además se va introduciendo poco a poco en muchos talleres de chapa y pintura.
Existen en el mercado kit de varillas para la reparación de abolladuras, estos kit de herramientas pueden ser básicos o profesionales dependiendo de las necesidades de cada operario, de los daños causados en el vehículo o bien por el modelo de vehículo a reparar, ya que internamente cada tipo de vehículo tiene unos determinados travesaños, formas, etc..
Acceso:
La eliminación de abolladuras sin repintar se realiza desde la parte inferior del panel dañado, así que el acceso es fundamental para introducir cualquier varilla. Por ejemplo, si las abolladuras están en el techo, supone el desmontar o en parte el guarnecido interior del techo para llevar a cabo la reparación.
Preparar la zona:
Asegúrese de que tiene suficiente espacio libre para montar la luz o el deflector (según el caso..).
Debe poder abrir todas las puertas y ser capaz de mover la luz o el deflector alrededor del coche, si por ejemplo se trata de una granizada en todo el vehículo. Este es un paso importante, porque es la única manera de asegurarse de que ve perfectamente las zonas dañadas desde todos los ángulos.
Seleccionar la herramienta adecuada:
Hay una gran variedad de herramientas (varillas) para ser utilizadas en diferentes circunstancias. El objetivo principal del varillero es elegir la herramienta con la punta y la longitud correcta para cada una de las abolladuras existentes en el vehículo a reparar.
Algunas de estas herramientas (barras y varillas) van provistas con asas giratorias, esto es una gran ventaja, ya que ahora permite que el usuario utilice una herramienta para diferentes ángulos y un uso de la fuerza diferente para el apalancamiento sobre las abolladuras.
También están disponibles puntas de nailon, teflón y otros materiales de diferentes formas (redondeadas, puntiagudas, etc.) para acoplarlas a las varillas desabolladoras, estas puntas se seleccionarán según la abolladura a tratar.
Ejemplo de uso:
Por ejemplo, las abolladuras en puertas tienen su propio desafío a la hora de reparar. Lo primero, es el difícil acceso, refuerzos anti-intrusión, equipos de seguridad como airbags de puerta, elevalunas eléctricos, etc.. Sin embargo, a menudo pueden ser relativamente fáciles de reparar, trabajando verticalmente hacia abajo a través de la abertura superior de la puerta.
Normalmente se baja a tope el cristal de puerta y se utiliza un protector para el cristal. También es recomendable usar una pequeña cuña para lograr una separación entre el cristal y la moldura lamelunas para poder maniobrar con la varilla apropiada.
En el caso de las abolladuras no superiores en las puertas, las varillas más recomendadas son las de "cola de ballena", llamadas así por la forma de la cabeza de la citada varilla. Estas estan diseñadas para ejercer el efecto palanca sobre cualquier refuerzo interno. Para las abolladuras superiores de puertas son más recomendables las varillas de tipo gancho o anzuelo.
Si todo lo anterior no es posible, será necesario el desmontaje del guarnecido de puerta para el desabollado de la misma.
En el caso de que el coche lleve airbag en las puertas, se recomienda la desconexión de los mismos siguiendo las recomendaciones del fabricante.
Cuando las abolladuras están muy pronunciadas, es recomendable y con mucha precaución un atemperado previo de la zona con una pistola de aire caliente, para evitar en cierta medida el agrietamiento de la pintura y favorecer el desabollado. Los chapistas de la vieja escuela llamamos a esto "quitar el frío a la chapa"..
A veces el varillero ejerce más presión de la debida sobra la abolladura, lo cual acarrea un efecto contrario al deseado, ya que se marca hacia afuera, estos problemas se solucionan con un martillo pequeño y puntas sinteticas que traen incorporadas los propios kit de varilleros profesionales.
Como norma, y por causas normales en estos daños, es casi imprescindible acabar el proceso de desabollado sin repintado con un buen proceso de pulido.
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