La chapa se estira a causa de un fuerte golpe o impacto con un objeto contundente.
El problema es, que la chapa, al estar "estirazada o crecida", no la podríamos enderezar completamente, y habría que aplicarle tratamiento calórico.
Cualquier golpe suficientemente fuerte sobre una chapa, produce estiramiento de material.
Se suele sustituir una pieza de chapa en vez de reparar, cuando el estiramiento del material es demasiado elevado.
Si la chapa está muy estirada, al intentar alisarla, seguramente ocurrirá lo que muestra la animación, la chapa se vuelve flácida e incontrolable.
Hay que tener en cuenta que la chapa se estira del mismo impacto, y a su vez la creceremos "nosotros" si nos pasamos de martilleado, por lo que siempre se intentara martillear solo y justamente lo necesario para alisar la zona afectada.
Además, hay otras causas como, sobrecalentamientos por demasiada fricción al usar amoladoras, lijadoras, y cualquier máquina con accesorios abrasivos. Así pues, se tendrá precaución tanto al golpear como en el desbastado de cualquier chapa a la hora de repararla.
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